Mathilde Ludendorff plasmó sus conclusiones en un total de 12 obras filosóficas.
El título de su primera obra, la más fundamental, es:
Obras filosóficas
«Triumph des Unsterblichkeitwillens» Mathilde Ludendorff El triunfo de la voluntad de inmortalidad
Mathilde Ludendorff parte de la base de que las ideas religiosas del pasado están influenciadas de forma determinante por el anhelo de inmortalidad que habita en todo ser humano, que intenta reconciliarse con el hecho ineludible de la muerte física. Mediante el mito religioso, el hombre creó para sí mismo el consuelo de la creencia en una pervivencia eterna a nivel individual después de la muerte, sin darse cuenta de que una existencia interminable como ser individual consciente no significaría la salvación, sino más bien una tortura. Después de que la ciencia demostrara el vínculo entre las células cerebrales vivas y la consciencia del Yo, destruyendo así el mito del alma inmortal incorpórea, el darwinismo aportó la doctrina de la inmortalidad de la especie como nuevo consuelo frente a la mortalidad del individuo. Pero hasta este sustituto resulta incapaz de satisfacer el anhelo del ser humano como individuo, pues es algo que está irremediablemente anclado en la memoria hereditaria del alma. Esto es lo que resulta tan conmovedor de la obra de Mathilde Ludendorff: muestra al hombre, con una claridad nunca vista, el camino hacia la sublimación de su voluntad de inmortalidad, lo que al mismo tiempo supone su redención y realización.
Sobre esta primera obra, El triunfo de la voluntad de inmortalidad, se basa la primera trilogía de la filósofa: Origen y esencia del alma, a la que pertenecen las obras Historia de la Creación, El alma humana y Auto-Creación. Éstas tratan el origen de las leyes que rigen el alma, la naturaleza de la misma, los distintos niveles de consciencia y las posibilidades de transformación del alma.
La segunda trilogía, Efectos y formas del alma, comprende las obras El alma del niño y el oficio de los padres, El alma del pueblo y sus forjadores y El coro divino de los pueblos. En ella, Mathilde Ludendorff presenta una filosofía de la educación, de la historia y de las culturas.
Entre sus obras posteriores figuran Oda a la divina libertad de elección, Por los campos de la revelación de lo Divino y la trilogía Sobre lo eterno del alma humana, formada por El hombre: el gran atrevimiento de la Creación, La inaccesibilidad de lo perfecto y Sobre la majestuosidad del objetivo de la Creación. En esta última trilogía, la filósofa esclarece lo realmente divino del Yo del alma humana, su «eternidad».
En muchas de sus obras, la filósofa recurre repetidamente a ejemplos tomados de las ciencias naturales para demostrar la concordancia entre sus afirmaciones y el estado de conocimientos e investigación científica actual. Además de las 12 obras ya mencionadas, esto se aprecia especialmente en otras tres de sus publicaciones: El cortejo triunfal de la física: un triunfo de mi Cognición de lo Divino y Las maravillas de la biología a la luz de mi Cognición de lo Divino (esta última formada por 2 tomos).
Lista de las obras
El triunfo de la voluntad de inmortalidad (1919)
Mathilde Ludendorff parte de la base de que las ideas religiosas del pasado están influenciadas de forma determinante por el anhelo de inmortalidad que habita en todo ser humano, que intenta reconciliarse con el hecho ineludible de la muerte física. Mediante el mito religioso, el hombre creó para sí mismo el consuelo de la creencia en una pervivencia eterna a nivel individual después de la muerte, sin darse cuenta de que una existencia interminable como ser individual consciente no significaría la salvación, sino más bien una tortura. Después de que la ciencia demostrara el vínculo entre las células cerebrales vivas y la consciencia del Yo, destruyendo así el mito del alma inmortal incorpórea, el darwinismo aportó la doctrina de la inmortalidad de la especie como nuevo consuelo frente a la mortalidad del individuo. Pero hasta este sustituto resulta incapaz de satisfacer el anhelo del ser humano como individuo, pues es algo que está irremediablemente anclado en la memoria hereditaria del alma. Esto es lo que resulta tan conmovedor de la obra de Mathilde Ludendorff: muestra al hombre, con una claridad nunca vista, el camino hacia la sublimación de su voluntad de inmortalidad, lo que al mismo tiempo supone su redención y realización.
Origen y esencia del alma
Historia de la Creación (1923)
«La Creación en su totalidad ha sido la fase preliminar del alma. Quien quiera comprender su culminación, el alma humana, debe comprender primero las demás etapas de la Creación, empezando por los primeros comienzos del cosmos. El alma del hombre es el microcosmos en el que se encuentran de nuevo todas las etapas de la Creación del macrocosmos. El alma humana recrea el cosmos de manera consciente en sí misma. Su esencia no está separada del alma inconsciente de los seres unicelulares o del alma subconsciente de los animales, sino que abarca a ambas dentro de sí misma, enriquecidas por la experiencia de la consciencia. A la luz de estas nociones básicas, las leyes del alma se hacen inteligibles en maravillosa consonancia con los hechos de la experiencia y la ciencia.» La confianza en esta filosofía aumenta considerablemente si se tiene en cuenta que, ya en 1923, la filósofa describió un cristal de proteína o cristal coloidal como precursor de los primeros seres vivos, algo que no fue descubierto por la ciencia hasta catorce años más tarde, utilizando como ejemplo el virus del mosaico del tabaco.
El alma humana (1923)
«En este segundo tomo de su segunda gran obra, Origen y esencia del alma, el alma se presenta como voluntad y consciencia. Especialmente cautivadora resulta la explicación de la influencia de las fuerzas inconscientes y subconscientes del alma sobre la consciencia, en la que, sobre todo, el subconsciente desempeña un papel importante y beneficioso. La autora se refiere a esta confluencia de poderes como «el fideicomisario del legado étnico», el cual reposa en nuestro interior, indestructible e influenciado por la educación recibida y el destino, tan sólo esperando para apoderarse repentinamente de nuestras acciones en momentos de gran necesidad o peligro mortal». Esta obra esclarece las facultades del alma y las leyes que la rigen.
Auto-Creación (1923)
«Esta obra aborda de forma muy expresiva las leyes de la autoformación del alma, para escapar de las ataduras de la voluntad de autoconservación esclavizada por el placer y el pragmatismo, y alcanzar las alturas en las que lo bueno, lo verdadero y lo bello se desean por sí mismos, lejos de cualquier finalidad pragmática. Se trata, dicho en otras palabras, de la auto-Creación. El hombre tiene la libertad de decidir si actúa a favor o en contra de lo Divino, y es precisamente esta libertad de decisión la que hace del orgullo divino (Gottesstolz) algo sagrado. Los requisitos y modalidades de la auto-Creación se ilustran aquí con la exquisita y pictórica metáfora de la montaña y el pozo. Con magistral claridad se muestra cómo la diversidad de factores hereditarios, de naturaleza tanto étnica como personal, influyen sobre el punto de vista espiritual necesario para la auto-Creación. Asimismo, se muestra cómo esta Creación se ve facilitada o dificultada por dichos factores, pero al mismo tiempo sigue siendo posible para toda persona. Entre los distintos tipos de personas que pueden llegar a realizar la auto-Creación, la autora distingue tres perfiles principales: los «muertos parlanchines», los que están unidos a lo Divino y los «demonios perfectos». Todos conocemos a los «muertos parlanchines»: son aquellas personas que llenan sus vidas exclusivamente con aquello que les promete beneficio y placer, desterrando de sí toda experiencia superior.»
Efectos y formas del alma
El alma del niño y el oficio de los padres (1930)
Los planteamientos pedagógicos de Mathilde Ludendorff son el resultado de la aplicación lógica de su teoría del alma al campo de la educación. En esta obra describe las características del alma del niño y establece las bases para una educación con sentido. Se distinguen tres condiciones del alma que prevalecen en el niño, alternando entre sí: el pequeño mamífero, el ser racional y la impregnación inconsciente de lo Divino. Entre los deberes de los padres están la educación de la imperfecta voluntad de autoconservación del niño, la transmisión de conocimientos, el fortalecimiento de sus facultades de pensamiento y juicio, y la interiorización de la naturalidad del concepto del deber. También resulta importante advertir al niño acerca de los peligros que conlleva dañar el alma.
El alma del pueblo y sus forjadores (1933)
«Nunca antes se ha planteado de forma tan exhaustiva la cuestión de si la religión y la política están relacionadas entre sí como en este libro. Leyendo esta obra nos percatamos de la gran importancia de esta cuestión, de la estrecha relación que existe entre ambas, de sus implicaciones y, además, del grave peligro que supone para la vida de todos los pueblos el pasar por alto esta cuestión. Sin embargo, existen otros campos esenciales en los que la ciencia profesional no se ha percatado de la influencia de la religión en la conformación de la historia. De este modo, se ha podido pasar por alto la nefasta labor de ciertos poderes ideológicos. No se entendió que las religiones, mediante la influencia de su ideología, pueden inducir en los pueblos situaciones de peligro mortal para su existencia. Esta obra no está escrita para un pueblo concreto, sino para todos, pues nace de la voluntad divina de la esencia de todo fenómeno, con el objetivo de preservar la Creación, los pueblos y los hombres mediante la libre autoconservación. Así pues, esta obra tiene mucho que aportar para cada pueblo y cada hombre».
El coro divino de los pueblos (1935)
«Todos experimentamos el devenir de la cultura. Todos los componentes que conforman este término, como la lengua, la música, el arte, la poesía y la ciencia, resuenan en armonía dando forma al todo. La particularidad de la cultura en los distintos pueblos y etnias se entreteje en una gloriosa melodía, concediendo a los miembros de cada pueblo una experiencia espiritual muy profunda. Así pues, de la armonía de las diferentes culturas, surge un auténtico coro divino de los pueblos. Reconocemos la misteriosa fuerza creativa que se agita en el artista, que le impulsa a crear y le convierte en creador de cultura, dándole forma a ésta. La experiencia espiritual del creador de una obra y del artista que la reproduce nos lleva a la constatación de la singularidad de todas las culturas para el conjunto de los pueblos, haciendo de cada una de ellas algo irremplazable. En esta obra se pone de manifiesto la particularidad espiritual insustituible de todas las razas y pueblos, mostrando cómo la riqueza de sus culturas ultima el sentido divino de la Creación. De ahí surge el respeto por todos los pueblos y la responsabilidad no sólo de preservar el propio pueblo al cual se pertenece y garantizar su autodeterminación, sino también de defender estos derechos para los demás pueblos. Así pues, todo imperialismo se reconoce como algo contrapuesto a la Creación. Por todo ello, esta obra resulta esencial, atemporal y de extraordinaria trascendencia, especialmente para la época en la que vivimos».
El cortejo triunfal de la física: un triunfo de mi Cognición de lo Divino (1941)
«Cuanto más se aproxima esta ciencia a los límites de los conocimientos de la razón, tanto más se simplifica la magnífica visión del mundo, al igual que se nos simplificaron las maravillosas leyes del alma humana cuando observamos su desarrollo desde los principios más remotos de la Creación. Una vez más, un análisis más profundo revela aún más la perfección del cosmos. La unidad de esta Creación, el profundo presagio de los más sabios, aquel claro descubrimiento de la primera de mis obras filosóficas, que sirvió de punto de partida para las demás… Todo ello es, como ahora veremos, protagonista de la inaudita marcha triunfal que en los últimos treinta años, encabezada por la física (más concretamente, la física atómica, es decir, la física de lo más pequeño, de lo invisible), ha demostrado una estremecedora consonancia entre esta ciencia y mi Historia de la Creación, tal como la experimenté a partir de la esencia de los fenómenos. … Nuestro enfoque será tal que no resulte ofensivo ni repelente para el científico especialista por tratarse de una presentación demasiado lega, pero que también resulte accesible para que la persona de a pie pueda tomar parte de las maravillas de la investigación que, de otro modo, no estarían a su alcance».
Las maravillas de la biología a la luz de mi Cognición de lo Divino (Tomo I – 1950)
«Una vez más nos enfrentaremos a los mismos hechos que en nuestra obra acerca de la física. En esta obra observaremos que hay muchos descubrimientos que, si bien no parecen revolucionar demasiado la ciencia, a nuestro parecer son tremendamente significativos. Pero también veremos, como sucedía con la física, a los investigadores darse de bruces frente a enigmas inescrutables, en los cuales tan solo observamos cómo, según mis postulados filosóficos, se realiza de forma lógica el propósito de la Creación. Esto es algo que no puede asombrarnos y, menos aún, parecernos absurdo o sin sentido. Este discernimiento dotará a la obra de su importancia como complemento de mis obras filosóficas, mas también ha de servir como complemento de las propias ciencias naturales. En esta obra se mostrará hasta qué punto los postulados filosóficos de mis obras nos abren los ojos a tantas maravillas de los seres vivos y de las leyes que rigen la vida, por las cuales el científico a menudo pasa demasiado deprisa o cuya importancia no puede evaluar completamente. La percepción de la esencia del universo elude al científico, pues este explora los fenómenos únicamente mediante el uso de la razón, sin servirse del segundo órgano que el hombre posee para la adquisición de conocimiento y para captar la esencia del fenómeno: el Yo que experimenta lo Divino.“
Las maravillas de la biología a la luz de mi Cognición de lo Divino (Tomo II – 1954)
«Una vez más nos enfrentaremos a los mismos hechos que en nuestra obra acerca de la física. En esta obra observaremos que hay muchos descubrimientos que, si bien no parecen revolucionar demasiado la ciencia, a nuestro parecer son tremendamente significativos. Pero también veremos, como sucedía con la física, a los investigadores darse de bruces frente a enigmas inescrutables, en los cuales tan solo observamos cómo, según mis postulados filosóficos, se realiza de forma lógica el propósito de la Creación. Esto es algo que no puede asombrarnos y, menos aún, parecernos absurdo o sin sentido. Este discernimiento dotará a la obra de su importancia como complemento de mis obras filosóficas, mas también ha de servir como complemento de las propias ciencias naturales. En esta obra se mostrará hasta qué punto los postulados filosóficos de mis obras nos abren los ojos a tantas maravillas de los seres vivos y de las leyes que rigen la vida, por las cuales el científico a menudo pasa demasiado deprisa o cuya importancia no puede evaluar completamente. La percepción de la esencia del universo elude al científico, pues este explora los fenómenos únicamente mediante el uso de la razón, sin servirse del segundo órgano que el hombre posee para la adquisición de conocimiento y para captar la esencia del fenómeno: el Yo que experimenta lo Divino.“
Oda a la divina libertad de elección (1957)
El propósito de esta obra es estudiar un ejemplo concreto de la riqueza de la Creación. La capacidad de elección es una de las fuerzas fundamentales que se manifiestan en el universo. En esta obra, dicha capacidad sirve de ejemplo para reflexionar sobre la perfección divina de sus consecuencias sobre el total del universo. El lector experimentará cómo, en los diferentes niveles de la Creación y en los múltiples ámbitos de la naturaleza, tanto animada como inanimada, los efectos de la libre capacidad de elección resultan fundamentales para la experiencia divina y la maduración del hombre.
Por los campos de la revelación de lo Divino (1959)
«Esta obra se basa en las ocho obras filosóficas precedentes y aborda cuestiones que aún no han sido tratadas en toda su magnitud. Así, el tema principal de la obra es la reflexión sobre lo Divino y la Creación, el «más allá» y el «más acá» de la Creación, es decir, el tiempo, el espacio y la causalidad. Aborda principalmente la cuestión del papel de lo Divino en el devenir de la Creación, considerando las revelaciones esenciales de lo Divino desde el más allá hacia este mundo. Esta obra constituye la transición necesaria hacia la siguiente trilogía, Sobre lo eterno del alma humana, formada por las obras El hombre: el gran atrevimiento de la Creación, La inaccesibilidad de lo perfecto y Sobre la majestuosidad del objetivo de la Creación.
Sobre lo eterno del alma humana
El hombre: el gran atrevimiento de la Creación (1960)
«¿Es el hombre, con toda su imperfección, un riesgo para la Creación y la sublimidad de los deseos divinos? La trilogía formada por El hombre, el gran atrevimiento de la Creación, La inaccesibilidad de lo perfecto y Sobre la majestuosidad del objetivo de la Creación pone punto final a la filosofía de Mathilde Ludendorff. Estas obras están dedicadas exclusivamente al desarrollo del alma humana que busca construirse en armonía con lo Divino. Las ideas aquí expuestas nos adentran en las solemnes profundidades de la contemplación, levantando uno tras otro los velos de los misterios de la perfección de la Creación, los cuales el alma consciente es capaz de penetrar. Desde las alturas de la Cognición de lo Divino, esta trilogía ofrece una visión global de la maravillosa armonía de lo Divino. Definitivamente, la filósofa no prometía demasiado cuando, al principio de su primera obra, escribió: «os llevaré hacia las sagradas alturas». Con esta trilogía y, especialmente, con el último tomo, se da por completado el camino que la filósofa deseaba recorrer con nosotros».
La inaccesibilidad de lo perfecto (1961)
„Der Mensch in seiner Unvollkommenheit- ist er ein Wagnis für die Schöpfung und die Erhabenheit der göttlichen Wünsche? Das Dreiwerk «Der Mensch, das große Wagnis der Schöpfung», «Unnahbarkeit des Vollendeten» und «Von der Herrlichkeit des Schöpfungszieles» beschließt die Gesamtphilosophie Mathilde Ludendorffs. Diese Werke sind ausschließlich der Entfaltung der Menschenseele gewidmet, die sich zum Einklang mit dem Göttlichen gestaltet. Die Gedankengänge führen in feierliche Tiefen des Nachsinnens, und Schleier um Schleier hebt sich von den Geheimnissen der Schöpfungsvollendung, die die erlebende Seele zu durchdringen vermag. Das Dreiwerk vermittelt von den Höhen der Gotterkenntnis aus die Gesamtschau auf das Wunder des Gotteinklangs. Die Philosophin hat zu Beginn ihres ersten Werkes nicht zu viel versprochen, als sie einst schrieb: Ich werde euch zu heilgen Höhen führen. Mit diesem Dreiwerk – und vor allem mit dem letzten, dem dritten Teil – hat sie den Weg vollendet, den sie mit uns gehen wollte.“
(Aus: https://store.hohewarte.de/)
Sobre la majestuosidad del objetivo de la Creación (1962)
„Der Mensch in seiner Unvollkommenheit- ist er ein Wagnis für die Schöpfung und die Erhabenheit der göttlichen Wünsche? Das Dreiwerk «Der Mensch, das große Wagnis der Schöpfung», «Unnahbarkeit des Vollendeten» und «Von der Herrlichkeit des Schöpfungszieles» beschließt die Gesamtphilosophie Mathilde Ludendorffs. Diese Werke sind ausschließlich der Entfaltung der Menschenseele gewidmet, die sich zum Einklang mit dem Göttlichen gestaltet. Die Gedankengänge führen in feierliche Tiefen des Nachsinnens, und Schleier um Schleier hebt sich von den Geheimnissen der Schöpfungsvollendung, die die erlebende Seele zu durchdringen vermag. Das Dreiwerk vermittelt von den Höhen der Gotterkenntnis aus die Gesamtschau auf das Wunder des Gotteinklangs. Die Philosophin hat zu Beginn ihres ersten Werkes nicht zu viel versprochen, als sie einst schrieb: Ich werde euch zu heilgen Höhen führen. Mit diesem Dreiwerk – und vor allem mit dem letzten, dem dritten Teil – hat sie den Weg vollendet, den sie mit uns gehen wollte.“
(Aus: https://store.hohewarte.de/)
Las siguientes obras han sido publicadas en lengua inglesa:
The Triumph of the Immortality-Will (1982)
History of Creation (1977)
Soul of Man (1978)
Self-Creation (1984)
Todas las obras, excepto El cortejo triunfal de la física y Las maravillas de la biología, se encuentran disponibles en la editorial Hohe Warte:
Verlag Hohe Warte GmbH
Tutzingerstraße 46
82396 Pähl (Oberbayern)
vertrieb@hohewarte.de
Ruf und Fax: 0175/5210372